
La telepatía (del griego τῆλε tēle, «lejos» y παθέειν pathéein, ‘sufir, experimentar, sentir’) consiste en la transferencia de contenidos psíquicos entre individuos a través de la mente, sin el uso de agentes físicos conocidos.
Las tribus indígenas del planeta, que poseen una conexión superior con la Naturaleza a la del resto de personas que se llaman a sí mismos civilizados, coinciden en la existencia de un Gran Espíritu Superior del que todos formamos parte. A través del mismo, todos nos encontramos conectados y tenemos la capacidad de comunicarnos entre nosotros aún existiendo grandes distancias.
“…Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el ciervo, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos. Los picos rocosos, los surcos húmedos de las campiñas, el calor del cuerpo del potro y el hombre, todos pertenecen a la misma familia…” .
Jefe Seattle, de la tribu Suwamish. Norteamérica
“…Los humanos estaban destinados a comunicarse mediante telepatía. Las diferentes lenguas y los diversos alfabetos escritos son obstáculos que se eliminan cuando las personas utilizan la comunicación mental.[…] Los Auténticos no creen que la voz estuviera destinada al habla. Para hablar se utiliza el núcleo corazón-cabeza. Cuando se usa la voz para hablar, uno tiende a enredarse en pequeñas conversaciones innecesarias y menos espirituales. La voz está hecha para cantar, loar y sanar…”
Outa, de la tribu Wurundjeri, conocidos como Los Auténticos. Australia
La civilización moderna parece haber perdido esta capacidad, sin embargo, los animales no. Los animales son capaces de comunicarse entre ellos a la hora de cazar en manada, de emprender un largo vuelo o de encontrar alimento.
El Doctor Rupert Sheldrake, bioquímico británico de la Universidad de Cambridge, llevó a cabo durante un largo periodo de su vida una serie de experimentos con la intención de descubrir la explicación científica de fenómenos como la telepatía, las premoniciones y otra serie de fenómenos catalogados como parapsicológicos.
En su libro “De perros que saben que sus amos están camino de casa” nos muestra cómo tras varios experimentos llevados a cabo con animales, encuentra una explicación al fenómeno que nos atañe: la Telepatía con animales.
“…Empiezo con la capacidad de algunos perros, gatos y otros animales para saber cuándo sus amos están de camino a su casa. En muchos casos, las anticipaciones que los animales realizan del regreso de las personas resultan completamente inexplicables en términos de hábito, señales de la gente de la casa o audición de la aproximación de coches cuyo ruido les es familiar. En experimentos con cintas de vídeo se ha visto que hay perros capaces de anticipar el regreso de sus amos en momentos escogidos al azar, aun cuando estén viajando en taxis u otros vehículos extraños para el animal. De alguna manera, las personas comunican telepáticamente su intención de volver a casa.
Hay animales de compañía que también responden telepáticamente a otra variedad de intenciones humanas y reaccionan a llamadas y órdenes silenciosas. Algunos saben cuándo está al teléfono una persona determinada; otros reaccionan cuando su amo sufre o agoniza en un sitio lejano.
Sugiero que la comunicación telepática depende de vínculos entre personas y animales y que esos vínculos no son meras metáforas, sino conexiones reales…”
Pero no fue hasta los años setenta del siglo pasado cuando en Estados Unidos aparece la figura del Animal Communicator o Comunicador Animal, que son aquellos profesionales capaces de comunicar telepáticamente con los animales y así servir de intérpretes entre estos y los humanos.
Personas como Penélope Smith, no sólo se dedicaron a ofrecer sus servicios como interlocutores de los animales, sino que enseñan a otras personas a recordar este tipo de lenguaje para usarlo con sus compañeros de vida. Ella y otros como ella afirman que esta capacidad es innata en todos nosotros y que convivimos con ella durante nuestra niñez. Sin embargo, al crecer, la olvidamos. Pero Penélope nunca la perdió.
Actualmente, multitud de Comunicadores Animales se encuentran en todos los estratos de nuestra sociedad, por pura curiosidad o dedicando gran parte de su tiempo a ayudar a crear relaciones armoniosas humano-animal, y mejorando la calidad de vida de nuestros hermanos de pelo y plumas. La mayoría de ellos se apoyan en terapeutas o veterinarios holísticos que trabajan con medicina natural, para convertir esta comunicación intuitiva en una herramienta más de sanación tanto para el animal como para el humano.